12 diciembre, 2005

Regalos inconvenientes para niños puestos

Ah, las fiestas, las fiestas... ¿cómo no le van a gustar las fiestas a los puestos? Siempre que haya un motivo real para brindar –o imaginario, da lo mismo-, los puestos se prenden. Cierto que se dividen entre integrantes de la logia que atraviesan esta época del año con la copa en la mano pero un ánimo general de indiferencia e integrantes de la logia que, imbuidos del espíritu navideño, se van definitivamente al carajo y convierten el festejo de fin de año en un auténtico aquelarre.

Pero la cuestión es que los puestos, como casi todo el mundo, viven en una sociedad de consumo, y no pueden abstraerse de los dictámenes del fin de diciembre. Y así se enfrentan a la dura tarea de adquirir regalos, sobre todo porque un simple par de sobrinitos puede significar y tres horas y media colgados en la juguetería, probándolo todo y al final preguntando si no habrá disponible un puestito de vendedor. Es difícil, los puestos ni siquiera tienen que sacar el chico de adentro porque rara vez abandonan la infancia.

Yendo al nudo, la Navidad está a la vuelta de la esquina, Papanuél ya está haciendo chivos y sacándose fotos con niños ilusos en cada shopping y los puestos andan dando tumbos por los locales de Aires Dudosos. Por eso, la logia hace otro servicio a la comunidad y entrega la siguiente lista: los regalos que debe evitarse hacer a los niños puestos.


· Un Mecano. Para el niño puesto, las complejas operaciones que implica armar algo medianamente coherente con este clásico juego de construcción son un altísimo factor de alienación, que puede conducirlo a las drogas duras o el alcohol a tempranísima edad. Por el contrario, si el niño tiene un perfil obsesivo puede llegar a colgarse y construir un satélite en sólo siete días, acarréandole a la familia algún problemita con la CIA.

· Un devedé de Toy Story. Después de ver la peli, los pibes se la van a pasar espiando a sus juguetes a ver si se mueven, van a sufrir delirios paranoides y terminarán insumiendo toneladas de dinero en psicopedagogos.

· Una Playstation último modelo. Por varias razones: primero, tenés que vender hasta la dentadura postiza de tu abuelita para poder pagarla. Segundo, por obra y gracia del ritmo frenético de los jueguitos, en solo un par de meses el cerebro del niño puede quedar del tamaño y la consistencia de un higo desecado. Y tercero, te vas a agarrar un montón de rabietas, porque te va a romper el upite al juego que sea.

· Un rompecabezas de 1000 piezas. Olvídalo.

· Cualquier tipo de armas: los niños puestos son instintivamente contrarios a lo que remita a fuerzas policiales, militares y de seguridad, y te vas a arruinar la Navidad viendo en los ojos del pequeño esa mirada que dice “Mirá que resultaste buchón, ¿eh?”

· Muñecas que lloran, piden la teta, se mojan o hay que bañarlas o explotan: una vez que los padres de la niña al fin zafaron del llanto inexplicable, los pañales jediondos en mitad de la noche y las mordeduras de teta, ¿creés que tienen ganas de revivirlo cada vez que a la nena se le antoje jugar a la mamita?

· Juguetes musicales Made in Taiwán. Estas degeneraciones de los auténticos instrumentos musicales suelen tener tonos altamente irritantes, ritmos insufribles y volúmenes excesivamente altos. Peligro de ataque de nervios generalizado y atragantamiento con pan dulce.

· Un metegol. ¿Por qué, por qué, si a vos nunca te dieron el gusto, si es la gran frustración de tu vida, si estuviste como diez Navidades deseando ese metegol que nunca llegó? Te hiciste grande, tuviste tu dinero y sin embargo nunca te lo compraste, ¿y se lo vas a regalar a ese imberbe para que se la pase haciendo molinetes? Eeeeeeeeeh???

2 Comments:

Blogger principio de incertidumbre said...

1) no había escuchado jamás el nominalismo ·los niños puestos". Se me ocurren varias adjetivaciones, varias, pero ésa, no.

2) yo siempre quise un puzzle, pero eran muy caros. Tenía rompecabezas de circo y otras cosas, que cuando mucho, tenían 25 piezas.

Snif.

4:15 p. m.  
Blogger Ernesto Puesto said...

Los niños son puestos por naturaleza. Por eso de "ante la duda el exceso". Después, a veces, se les pasa. Otras, cuando comprenden lo de "ante el exceso, conducta", se unen a la logia

3:35 p. m.  

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