25 octubre, 2005

deducciones

Reunión de amigos puestos. En plena tertulia, surgen temas trascendentes: La eternidad del alma. Bernardo Puesto toma la palabra:
1) Supongamos, entonces, que el alma es eterna. Es decir, que existe todo el tiempo
2) Por otro lado, sabemos, por Einstein, que el tiempo es una dimensión como el espacio, y todo lo válido para el tiempo debe serlo para las otras dimensiones
3) Si el alma ocupa todo el tiempo, entonces el mismo argumento sirve para decir que el alma ocupa todo el espacio
4) No podemos ser eternos sin ser infinitamente gordos.